El rigor que aplicamos desde el principio de nuestra producción, en la fase de plantación, nos permite alcanzar los objetivos de alta calidad que nos hemos fijado, para poder ofrecerle productos ecológicos que son diferentes.
Este rigor se refleja en la introducción y aplicación de nuevas técnicas de plantación y, por supuesto, en una fuerte inversión por parte de nuestros agricultores asociados.
Para garantizar el éxito del nuevo método, se están poniendo en marcha programas de sensibilización y formación. Se organizan talleres para los agricultores locales con el fin de proporcionarles los conocimientos y las competencias que necesitan para aplicar eficazmente este método.
Para que el programa propuesto sea un éxito absoluto, es esencial que los agricultores conozcan a fondo el método, su mecánica y sus principios.
Para superar los obstáculos, es esencial una estrecha colaboración con las partes interesadas locales. Se anima a los agricultores a compartir sus experiencias y conocimientos, fomentando el aprendizaje mutuo.
También se ponen en marcha iniciativas de apoyo comunitario para proporcionar ayuda financiera y logística a los agricultores comprometidos con la transición a prácticas agrícolas sostenibles.
La comprensión del programa y la confianza, seguidas de una remuneración justa para los agricultores, son esenciales para el éxito del proyecto.
A pesar de las dificultades iniciales, el lanzamiento del nuevo método de siembra ecológica fue un éxito rotundo. Los agricultores están adoptando gradualmente este enfoque y empiezan a ver mejoras significativas en la calidad de sus cosechas, al tiempo que reducen su impacto en el medio ambiente.
Junto a estas nuevas técnicas de plantación en el campo, también hemos creado un centro cooperativo, una piscifactoría y un centro de pruebas, para generar futuras semillas y plántulas.